19 de agosto de 2009

María Cabrera: "Ha sido el peor año de mi vida"

Miércoles, 19 de agosto.

Canarias7
"Ha sido el peor año de mi vida". Así de rotunda se expresa María Cabrera Herrera, quien perdió, en el accidente aéreo de Barajas, a sus dos hijas y a su nieto de 11 meses. La madre grancanaria pasa estos días en Mogán, "para despejarme un poco". Es consciente de que nada aliviará su dolor, pero espera que "se haga pronto justicia y si hay culpables, que lo paguen".
Aún no ha conseguido superar la tragedia que la golpeó hace ya casi un año. "El 20 de agosto de 2008 se me partió el corazón en dos y una parte se fue con mis niñas y mi nieto", afirma María Cabrera Herrera. Esta vecina del Cruce de Arinaga y, actualmente, residente en Balos (Santa Lucía), perdió en el vuelo JK5022 a sus hijas Siomara y Abenauara Hernández Cabrera, de 18 y 14 años, respectivamente, y a Tanausú, su nieto, de sólo 11 meses.
Las secuelas del fatal suceso siguen siendo muy notables. "Fue un palo imposible de superar. A mí, personalmente, se me hace más difícil, si cabe, con el paso de los meses porque debes asimilarlo todo, pero no puedo. Antes tenía mi casa llena de risas y alegría y ahora está totalmente vacía", confiesa. Desde el 20 de agosto de 2008 está de baja laboral. Ejerce como camarera en un hotel y no descarta retomar su trabajo el próximo mes.
Su tercera hija, Serezade, de tres años, es ahora su principal motivo para seguir adelante. "Mi niña es el motor de mi vida. Gracias a ella sigo luchando por sacar a mi familia adelante. Sin ella no sé si hubiera podido salir de esta situación. Mi pequeña ha asumido mejor el fallecimiento de sus hermanas. De hecho, ahora cuando ve un avión en el cielo dice que ahí van sus hermanas", confiesa emocionada.
Mogán se ha convertido en su refugio. "Aquí veníamos con mis hijas a veranear y todo el mundo las conocía", relata. Los amigos de las jóvenes decidieron plantar un árbol en uno de los jardines públicos en la zona del puerto para mantener vivo el recuerdo de los tres. "Voy mucho al árbol. Casi todas las tardes me doy un paseo y acabo en ese lugar para hablarles a mis niñas y nieto", asevera la madre.
María Cabrera confirma que asistirá a los actos a celebrar mañana en Madrid, con motivo del primer aniversario del accidente. "Sé que habrán más actos en la isla. Me da pena no poder acudir a todos, pero mi agradecimiento es infinito". Esta madre confía en que los homenajes "sirvan para mantener vivo el recuerdo de todos los desaparecidos y para agilizar el juicio".
"Reclamo que se haga justicia. El dinero no nos va a devolver a nuestros familiares, pero quiero saber qué pasó en ese avión, conocer los verdaderos motivos del accidente y, si hay culpables, que paguen", dice rotunda. Esta semana "será muy dura", pero no va a dejar de luchar para salir adelante. "Estoy convencida que es lo que hubieran querido mis hijas".
Fotografía: María Cabrera, en Mogán, con una fotografía de sus hijas Siomara y Abenauara.