Roque Aguayro
La torpeza (¿o mala intención?) de la portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Agüimes no conoce límites. Porque suponemos que es torpe y no mentirosa. Recientemente ha manifestado en un artículo que el Alcalde de Agüimes muestra una cara oculta en relación al tema de las energías renovables porque no se aprobó una moción en la que el PP solicitaba que las instalaciones de placas fotovoltaicas en cubiertas de edificación no fueran susceptibles de calificarse como actividad clasificada, elevándose esta solicitud a la Consejería de Industria, Comercio y Artesanía del Cabildo de Gran Canaria, y en concreto a la Sección de Actividades Clasificadas, ya que es la corporación insular la Administración Pública que tiene las competencias para calificar una actividad molesta, nociva, insalubre o peligrosa.
Hasta aquí es cierto, como también lo es que esta moción fue rechazada. Pero lo que no dice en su artículo es el motivo del rechazo: esa petición ya había sido formulada al Cabildo de Gran Canaria, tal y como se le mostró a la señora portavoz antes del debate de la moción, con el fin de que la retirara, puesto que, en definitiva, solicitaba al pleno una tarea que ya estaba realizada.
El grupo de gobierno, Roque Aguayro, ya conocía el dictamen del Cabildo de Tenerife, e hizo suyas las peticiones del sector de energía fotovoltaica y estaba en conversaciones con los técnicos y jurídicos del Cabildo antes de la moción presentada.
Lo que se deduce de todo esto es que nos tocará, de aquí a las elecciones, un repaso de las mociones presentadas por el PP y rechazadas por el pleno, pero eso sí, manipulando las reflexiones del debate y los verdaderos motivos de su no aprobación. Pero a esto, a manipular, ya nos tienen acostumbrados.
Hasta aquí es cierto, como también lo es que esta moción fue rechazada. Pero lo que no dice en su artículo es el motivo del rechazo: esa petición ya había sido formulada al Cabildo de Gran Canaria, tal y como se le mostró a la señora portavoz antes del debate de la moción, con el fin de que la retirara, puesto que, en definitiva, solicitaba al pleno una tarea que ya estaba realizada.
El grupo de gobierno, Roque Aguayro, ya conocía el dictamen del Cabildo de Tenerife, e hizo suyas las peticiones del sector de energía fotovoltaica y estaba en conversaciones con los técnicos y jurídicos del Cabildo antes de la moción presentada.
Lo que se deduce de todo esto es que nos tocará, de aquí a las elecciones, un repaso de las mociones presentadas por el PP y rechazadas por el pleno, pero eso sí, manipulando las reflexiones del debate y los verdaderos motivos de su no aprobación. Pero a esto, a manipular, ya nos tienen acostumbrados.