La actriz Carlota Guivernau, en un momento de la obra |
El XXV Festival del Sur-Encuentro Teatral Tres Continentes celebra hoy, a partir de las 18.30 horas, en la Casa Museo Orlando Hernández, el Ciclo Letras Africanas de Casa Africa, con la participación de Cheikh Hamidou Kane, y la presentación del Gerente de Casa Africa, José Luis Márquez, y el coordinador de Letras Africanas, Antonio Lozano.
Cheikh Hamidou Kane es político y autor de "Los
guardianes del templo" y "La aventura ambigua". Esta última
novela pertenece ya a la literatura universal y sobre ella se han escrito miles
de artículos y ha sido objeto de centenares de memorias de maestría, de
coloquios, y de una buena decena de doctorados. Por toda su trayectoria
personal y política, puede decirse que Cheikh Hamidou Kane es actor y testigo
privilegiado de su época.
Figura emblemática de la
literatura y de la conciencia africana, su obra literaria pertenece al
patrimonio universal. Cheikh Hamidou Kane es hoy por hoy un hombre sabio
unánimemente respetado en África y en el resto el Mundo, elegido heraldo y
portavoz de la
Conciencia Africana.
Cheikh Hamidou Kane nació el 03 de abril de 1928 en Matam (Fouta), al
norte de Senegal, en la ribera del río del mismo nombre. Perteneciente a la
etnia peul, lleva los apellidos de su abuelo paterno y por ser segundo hijo por
parte de madre, lleva el nombre de Samba, como manda la tradición peul, y de ahí
su sobrenombre de Sam'Matam (Samba de Matam). Además, Kane pertenece al clan de
Diallo, su nombre patronímico verdadero, por lo que uniendo todo esto, según la
tradición africana, su nombre es Samba Diallo, el mismo que utilizó para el protagonista
de "La aventura ambigua", su novela más conocida.
Desciende de una larga estirpe de
jefes tradicionales y de letrados musulmanes. Su homónimo y abuelo, Hamidou
Alpha, que adquirió el título de Jeque (Cheikh), jurisconsulto, fue cadi (juez
musulmán) en Matam. Su abuelo materno Racine Abdoulaye Kane fue jefe de cantón,
al igual que su tío abuelo Hamidou Abdoulaye Alpha (el jefe de los Diallo).
Su padre era un musulmán
ejemplar, de una generosidad sin igual, siempre dispuesto a despojarse de sus
bienes para donarlos a sus parientes y a los indigentes. Durante el año,
guardaba sólo tres grandes bobus (túnicas africanas): el que llevaba puesto, el
que se estaba lavando y el que tenía reservado para las fiestas religiosas.
Muchas veces volvía a casa sólo
con los pantalones, su monedero y su rosario porque por el camino le había
dejado su traje a alguien que no tenía. A la hora de la comida, su casa nunca
estaba vacía. Personas sin hogar, mendigos, personas con discapacidades físicas
y mentales e incluso enfermos, compartían regularmente la comida con los
miembros de la familia Kane.
"Mi padre no vive,
reza", dijo en alguna ocasión el autor y con esta tradición islámica tan
enraizada en su familia, Samba Diallo-Cheikh Hamidou Kane fue enviado a
estudiar a la escuela coránica después de que su hermano mayor fuera enviado a
la escuela francesa para hacerse marabú como sus abuelos.
Posteriormente, en el Teatro Cruce de Cultura del Cruce de Arinaga, la Fundación Red Tea de Argentina pondrá en escena la obra "El club de la tragedia", que con la dirección de José Sanchís, está interpretada por Carlota Guivernau, Jordi Buisán y Lola Manzano.
Los tiempos no están para bromas.
Aunque el humor ha sido siempre, desde los orígenes mismos del teatro, un
poderoso instrumento de indagación sobre la condición humana, parece que hoy
predomina en la escena una versión banal de la risa que solo aspira a
entretener y a eclipsar la miseria del mundo.
Pero la herida trágica sigue
anidando en su seno. A partir de tres cuentos crueles, de otros tantos
narradores latinoamericanos, "El club de la tragedia"
propone una mirada, a la vez cruel y compasiva, sobre tres destinos humanos
marcados por la tragedia. "El cobrador", del brasileño Rubem
Fonseca, "Putas asesinas", del chileno Roberto Bolaño y "Las
buenas intenciones", de Juan Gómez Bárcena (España).