28 de agosto de 2012

Carta al viento: "Mederico y Lantadilla"

Martes, 28 de agosto.

Jesús Vega*
Lantadilla es un pequeño y hermoso pueblo de Palencia. Con menos de cuatrocientos habitantes, tiene una iglesia con apariencia de catedral, una ermita que acaba de cumplir 25 años, una revista mensual, "Lantada", que se distribuye por muchos lugares de España, una asociación cultural y un cura que se llama Mederico.
Hace años estuvimos por allí un grupo de grancanarios y nos encantó el lugar, el ambiente, la nobleza de la gente y de lo que se es capaz en un pueblo pequeño cuando hay una persona grande. Mederico, el que ha sembrado el nombre de Lantadilla por medio mundo, lleva casi veinte años viniendo a Gran Canaria y no de vacaciones. Durante un mes, el que le corresponde para descansar, ha estado echando una mano con espíritu servicial y generoso en lugares como Tamaraceite, Valleseco, Arbejales o Arinaga. Y cuando se vuelve a su tierra nos consta que habla tan bien de estos lugares o de las playas de Las Canteras y Amadores como de su mismo pueblo en donde ha estado sirviendo durante cuarenta años.
Mederico ya está jubilado. Pero solamente en los papeles porque él sigue trabajando con la misma ilusión de sus años juveniles. Y en este mes lo volvemos a ver en Gran canaria sonriendo como siempre y echando una mano en las tareas pastorales que le solicitan.
Hay personas que se identifican tanto con su pueblo que no puede uno imaginarlas en otro contexto. Lantadilla y Mederico son casi una misma cosa, una misma persona. No es posible querer a uno sin también querer al otro. No es posible conocer Lantadilla si no se conoce también a Mederico.
Recordando al cura de Lantadilla quiero hoy hacer un reconocimiento a todas esas personas, hombres y mujeres que también en nuestros pueblos son capaces de predicar con el ejemplo que es la mejor y más difícil forma de predicar. En nuestra tierra miles de personas hacen servicios desinteresados a la comunidad. Abriendo la Casa de la Cultura como Carmelito en Cruce de Arinaga. Con un blog informativo para el pueblo como Esteban en Tamaraceite. O en actividades de Cruz Roja, Protección Civil, colectivos vecinales, catequesis o Cáritas.
En Lantadilla aprendí que se puede sacar a la calle muy dignamente una revista mensual de ocho páginas durante treinta años si hay una persona que anime y trabaje. Y que se puede mantener una feliz convivencia de todo el pueblo realizando actividades culturales y religiosas cuando se hace con sabiduría, respeto y constancia. Y que se puede ser cura en un pueblo pequeño haciendo cosas muy grandes. Y que la grandeza de los pueblos y la gente, aunque parezca contradictorio, está en las pequeñas cosas de cada día hechas con respeto y con cariño. Por eso, como ocurre también en algunos lugares de nuestras islas, hay pueblos y personas que son inseparables. Como Lantadilla y Mederico.
*Jesús Vega es párroco de Cruce de Arinaga y Playa de Arinaga.