21 de diciembre de 2012

Roque Aguayro se manifiesta contra el copago sanitario y la privatización salvaje del sistema sanitario

Imagen de archivo tomada en una farmacia
Viernes, 21 de diciembre.

El deterioro de la sanidad pública en España es brutal. El hacinamiento de los hospitales, las largas listas de espera, la falta de materiales básicos, la precariedad de los trabajadores y la pérdida de calidad de los servicios avanzan a un ritmo imparable.
Con la espada de Damocles de la privatización salvaje detrás, se van deteriorando intencionadamente las prestaciones para después vendernos que lo público no funciona y no es rentable y que, por lo tanto, hay que recurrir a concertar servicios con clínicas privadas primero y privatizar la gestión de los hospitales más tarde. Ese es el camino que están andando y que no desandarán hasta que los ciudadanos no lo impidamos.
Mientras, en esa práctica reaccionaria y ultraconservadora de hacer caer sobre los más débiles la parte peor del proceso privatizador y desmantelador, se inventaron un copago (que debería llamarse “repago”) que está haciendo que muchos pobres y pensionistas rehúyan acudir al médico o desistir de consumir determinados medicamentos por no poder pagarlos. 
Pero para ahondar en el proceso de fragilidad social ahora nos enteramos que además habrá que pagar por el uso de los crónicos de las ambulancias, por utilizar muletas, sillas de ruedas, audífonos, collarines, fajas, férulas, etc. Igualmente un total de 46 fármacos para enfermedades como el cáncer, hepatitis o esclerosis (por lo general carísimos) dejarán de ser gratuitos. 
Pagarán todos por igual, personas con más recursos o con menos, mientras las grandes fortunas evaden el 72% del total de la evasión fiscal del país y mientras el Gobierno se resiste a gravar fiscalmente a las rentas más altas a través del IRPF.
Roque Aguayro insiste en denunciar, una vez más, estas políticas ultraliberales del PP que están sometiendo a un acoso y empobrecimiento a las clases sociales más humildes, al tiempo que se produce una fractura social de peligrosas consecuencias.