Parte de los afectados muestran las denuncias interpuestas ante la Guardia Civil contra la Agencia de Viajes Sami |
La Provincia
Varios del más de un centenar
de afectados por presunta estafa de la Agencia de Viajes Sami, situada en
Vecindario, se han propuesto formar una plataforma para luchar conjuntamente en
la causa contra el dueño y los dos empleados de la empresa, que la pasada
semana fueron detenidos por la Guardia Civil y, posteriormente, puestos en
libertad por el Juzgado de Primera Instancia número 3 de San Bartolomé de
Tirajana, aunque con los cargos de estafa y apropiación ilícita, además de
retirarles el pasaporte para impedir que salgan de España.
Los perjudicados, según indicó
Magela Reyes, una de las afectadas, pretenden asociarse para así reunir a todos
los denunciantes y entablar conversaciones con diversos abogados. Reyes aseguró
que en estos momentos tratan de recopilar a un mayor número de clientes que
compraron sus paquetes vacaciones, billetes o alojamientos, pero que después
comprobaron que no existían las reservas que habían pagado porque habían sido
anulados. Por ello, solicitó a todos aquellos interesados en recibir
información sobre la plataforma se pusieran en contacto con ellos a través del
correo afectadosviajessami@gmail.com y el número de teléfono 671735777.
Como informó a principios de
esta semana la Guardia Civil, el número de perjudicados por la presunta estafa
asciende a más de un centenar, aunque las previsiones que maneja el propio
cuerpo de seguridad estatal son que las denuncias iban a aumentar con el paso
de los días debido a que muchos de ellos aún desconocen que el servicio que
habían adquirido en Viajes Sami no existen.
Los
propios afectados aseguraron que uno de los problemas con los que se encuentran
es que muchos de los que adquirieron esos billetes de avión o paquetes
vacacionales se encuentran fuera de Gran Canaria, en la Península e, incluso, en
países latinoamericanos, ya que algunos de ellos habían podido viajar a sus
destinos antes de que la empresa quebrara y ahora no tenían posibilidad de
volver a la isla, y otros porque son familiares o amigos de otros afectados que
habían comprado sus billetes a través de intermediarios.