1 de julio de 2013

Los afectados por la presunta estafa de la Agencia de Viajes Sami forman una plataforma para defenderse

Parte de los afectados muestran las denuncias interpuestas ante
la Guardia Civil contra la Agencia de Viajes Sami
Lunes, 01 de julio.

La Provincia
Varios del más de un centenar de afectados por presunta estafa de la Agencia de Viajes Sami, situada en Vecindario, se han propuesto formar una plataforma para luchar conjuntamente en la causa contra el dueño y los dos empleados de la empresa, que la pasada semana fueron detenidos por la Guardia Civil y, posteriormente, puestos en libertad por el Juzgado de Primera Instancia número 3 de San Bartolomé de Tirajana, aunque con los cargos de estafa y apropiación ilícita, además de retirarles el pasaporte para impedir que salgan de España.
Los perjudicados, según indicó Magela Reyes, una de las afectadas, pretenden asociarse para así reunir a todos los denunciantes y entablar conversaciones con diversos abogados. Reyes aseguró que en estos momentos tratan de recopilar a un mayor número de clientes que compraron sus paquetes vacaciones, billetes o alojamientos, pero que después comprobaron que no existían las reservas que habían pagado porque habían sido anulados. Por ello, solicitó a todos aquellos interesados en recibir información sobre la plataforma se pusieran en contacto con ellos a través del correo afectadosviajessami@gmail.com y el número de teléfono 671735777.
Como informó a principios de esta semana la Guardia Civil, el número de perjudicados por la presunta estafa asciende a más de un centenar, aunque las previsiones que maneja el propio cuerpo de seguridad estatal son que las denuncias iban a aumentar con el paso de los días debido a que muchos de ellos aún desconocen que el servicio que habían adquirido en Viajes Sami no existen.
Los propios afectados aseguraron que uno de los problemas con los que se encuentran es que muchos de los que adquirieron esos billetes de avión o paquetes vacacionales se encuentran fuera de Gran Canaria, en la Península e, incluso, en países latinoamericanos, ya que algunos de ellos habían podido viajar a sus destinos antes de que la empresa quebrara y ahora no tenían posibilidad de volver a la isla, y otros porque son familiares o amigos de otros afectados que habían comprado sus billetes a través de intermediarios.