Dispositivo utilizado por la red que trucaba los kilómetros de los coches que luego se vendían en Gran Canaria (Foto: Policía Nacional) |
Canarias7
Hasta 6.500 euros de beneficio
por cada coche en el que se estafaba al comprador. Es el cálculo de la Policía
Nacional sobre las ganancias que obtenía la red que trucaba los
cuentakilómetros de vehículos de segunda mano y que se vendían en diversos concesionarios de Las Palmas de Gran Canaria, Arucas y Agüimes.
Fruto de la operación policial se procedió a la detención de once personas.
Centenares de personas pueden
haber sido víctimas de las estafas cometidas por una red que, según las
pesquisas policiales, llevaba al menos desde 2011 siguiendo un esquema de
trabajo consistente en manipular los cuentakilómetros de vehículos de segunda
mano importados de la Península para luego venderlos a precios
muy atractivos para el cliente y muy por debajo de la media del mercado. En
algunos casos el trucaje llegó al extremo de restar más 150.000 kilómetros al
vehículo.
Según un informe policial al
que ha tenido acceso Canarias7, las empresas de coches de segunda mano
investigadas y “los particulares que trabajaban para las mismas han desarrollado
una práctica fraudulenta desde el instante en que una vez adquiridos los
vehículos procedentes de las empresas de renting con un determinado
kilometraje, en un corto lapso de tiempo proceden por medio de otras personas a
su manipulación, rebajando los kilómetros de los vehículos y dando un nuevo
precio de mercado bastante más elevado al precio por el que fueron adquiridos,
resultando atractivo para potenciales clientes, los cuales no son informados de
tal práctica y a quienes se le presenta un vehículo a precio razonable en
relación a los kilómetros con los que se le oferta”.
Agrega el informe que habitualmente
este fraude se cometía con vehículos matriculados como máximo tres o cuatro
años antes, “de manera que no hayan pasado aún la primera inspección técnica,
pudiendo con ello pretender disponer de un margen de tiempo suficiente que les
permita la manipulación del kilometraje sin que exista rastro que les pueda
delatar ante cualquier usuario que pudiera acceder a las revisiones exigidas”. La media de kilómetros borrados oscilaba entre el 30% y el 60% del total y el
beneficio fruto de ese maquillaje variaba entre los 4.500 y los 6.500 euros.