La Provincia
El Gobierno de Canarias está dispuesto a desalojar desde que pueda a los más de 500 menores que tiene bajo su tutela en tres complejos de apartamentos de Mogán, pero antes debe buscar una alternativa que les garantice un techo, bien sea con derivaciones a otras comunidades dispuestas a su acogida o con nuevos recursos para albergarlos.
Entre estos nuevos recursos, el ejecutivo regional ya tiene proyectado rehabilitar los centros que se usaron durante la crisis de los cayucos, con mayor capacidad de acogida, y que fueron abandonados cuando fue bajando el número de migrantes llegados a las islas a partir de 2010: el Centro de Innovación y Actualización Tecnológica (CIATEC) de Arinaga y el que fuera Centro de Emergencia para Menores Extranjeros de La Esperanza, en Tenerife.
Los arquitectos de la Consejería de Derechos Sociales del Gobierno de Canarias han girado ya visita a estos recintos, según indica la viceconsejera del área, Gemma Martínez, que añade que "están en ruinas y se tendrá que hacer una licitación, por lo que su rehabilitación va a llevar unos meses, aparte que se van a abrir otros recursos".
Lo primero que quiere el Gobierno de Canarias, añade, es que los niños no estén en establecimientos turísticos, pero "por más que diga la Alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, a no ser que lo demuestre jurídicamente, los niños no se van a la calle" hasta que no haya una alternativa digna, porque es "obligación" del ejecutivo regional darles alojamiento como a cualquier otro menor isleño que están bajo su tutela, asegura.