27 de junio de 2021

Las aguas canarias son fuente de CO2 en verano y sumidero el resto del año

 Domingo, 27 de junio.                                                                                                        

De izquierda a derecha, Melchor González, Magdalena Santana y el agüimense Aridane González

Redacción

Las aguas canarias se comportan como sumidero de dióxido de carbono (CO2) en invierno, primavera y otoño, mientras que es una fuente en verano, tal y como recoge el estudio realizado por el Grupo de Investigación de Química Marina (QUIMA) del Instituto de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, un proyecto que, por primera vez, aporta información en alta resolución sobre la variabilidad estacional y espacial del intercambio de CO2 entre la atmósfera y océano en una extensa región de observación que abarca desde Canarias hasta el Estrecho de Gibraltar.
En el estudio, coordinado por Melchor González y en el que participan los investigadores de Química Marina, David Curbelo, David González, Magadalena Santana y el agüimense Aridane González, se ha podido medir la evolución estacional a lo largo de dos años. "Se ha visto que en invierno, con las aguas más frías, se disuelve más CO2, su contenido queda en el agua y la presión es más baja. Pero en el verano, con la subida de las temperaturas, se desprende más dióxido de carbono y en el sistema actúa como fuente de CO2 hacia el planeta", señala el coordinador del mismo.
Los resultados obtenidos hasta ahora confirma que, desde el punto de vista del sistema terrestre, el océano actúa en estas latitudes como un sumidero de CO2, a lo cual contribuye no solo la temperatura del agua, sino también la actividad biológica que existe del afloramiento africano, la alta productividad de esta región que secuestra dióxido de carbono. Para ver la evolución real a lo largo de los próximos años, es preciso ampliar este proyecto, al menos un lustro más. "Con dos años de datos es imposible sacar una tendencia óptima, porque cada año el clima es distinto y uno puede ser más cálido que otros. La tendencia general es aumentar la temperatura del océano como se ha observado y el contenido de CO2, pero lo que queremos saber es, a lo largo de los años, como este sistema está evolucionando, si mantiene las tendencias que son observadas en otras regiones, o si esta región, al estar en la zona próxima al afloramiento norteafricano, se comporta con más o menor intensidad. Esa evolución del sistema la podremos saber a lo largo de cuatro o cinco años", apunta Melchor González.
Este trabajo, cuyos resultados han sido publicados en la revista Science or The Total Environment, ha sido realizado en el marco del convenio público-privado CanBIO, entre el Gobierno de Canarias y la Fundación Loro Parque, y forma parte del a Red de Observaciones del Sistema del Dióxido de Carbono y la Acidificación Oceánica (Carbocan), dentro del Sistema Integrado de Observaciones de Carbono (ICOS).
Las observaciones han sido posible gracias  la colaboración del buque Renate P (Nisa Marítima) y el estudio también abarca el área del Estrecho de Gibraltar y el Mediterráneo. "Hemos publicado lo que hay desde Canarias hasta la entrada del Estrecho de Gibraltar. Es el primer estudio que se hace en una región tan amplia y, sobre todo, con tan alta resolución. Ahora estamos recogiendo datos en el Estrecho de Gibraltar y luego seguiremos hasta Barcelona, porque la línea de observación la hacemos a través de este barco portacontenedores que trabaja desde las islas hasta la Ciudad Condal. De esta forma podremos chequear tres sistemas totalmente diferentes entre sí: el Atlántico, el Estrecho de Gibraltar y el Mediterráneo. Dentro de dos o tres años publicaremos como ha sido la evolución y la tendencia", explica el responsable del estudio.