8 de julio de 2021

El Cabildo de Gran Canaria renuncia a poner en uso la fábrica de piensos de Los Corralillos

 Jueves, 8 de julio.                                                                                                           

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Canarias7

Diez años después de su inauguración y sin que haya producido ni un solo gramo de alimento para la ganadería insular, el Cabildo de Gran Canaria ha renunciado a poner en marcha la fábrica de mezcla de piensos de Los Corralillos.
La tecnología de la fábrica "se ha quedado obsoleta" y su gestión por el sector ganadero "es inviable" por los costes que supone, según afirma el Consejero de Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Hidalgo, que admite que "habrá que darle otro uso", todavía por concretar.
Dotada de seis silos para almacenar granos y la maquinaria para realizar las mezclas con el forraje y las harinas, la idea inicial era que la fábrica produjera unas 50 toneladas diarias, lo que supondría unas 12.000 toneladas al año, existiendo incluso la posibilidad de duplicar esta producción cuando la planta estuviera a pleno rendimiento.
Con capacidad para mezclar hasta 20 ingredientes distintos y generar así el pienso al gusto de cada ganadero, la inversión propia realizada por la primera institución insular fue de 1,5 millones de euros.
Al presentarla, el Cabildo de Gran Canaria anunció que la nave, de 1.285 metros cuadrados de superficie, iba a ser gestionada por la empresa pública Mataderos Insulares, aunque luego negoció con distintas asociaciones de ganaderos para que asumieran el reto de ponerla en marcha.
Más tarde, se hicieron tratos con productores de alimento para consumo animal para reconvertirla en almacén de la producción forrajera insular y tienda de venta a los ganaderos, y finalmente se intentó que entrara en funcionamiento a través del Plan Forrajero de Canarias que el ejecutivo regional activó pero no llegó a culminar en el mandato anterior.
Ninguna de estas opciones llegó a materializarse y la instalación ha ido deteriorándose, además de ser también víctima de distintos robos, actos vandálicos e incendios.
El reconocimiento de que la fábrica ubicada en Los Corralillos no entrará nunca en servicio se produce cuando el sector ganadero atraviesa una dura crisis económica, motivada por la caída de las ventas debido a la Covid-19 y al incremento del precio del alimento para animales que se ha registrado desde el pasado mes de diciembre, un incremento que ronda el 255 de media, pero que oscila según se trate de soja, millo, alfalfa, cebada u otros granos.