28 de enero de 2022

La fotografía de Enrique Palomino Romero protagoniza una exposición en el Museo de Historia de Agüimes

 Viernes, 28 de enero.

Imagen de archivo del fotógrafo Enrique Palomino Romero
Redacción

El Museo de Historia de Agüimes, ubicado en el Parque de los Moros, abre sus puertas hoy a una nueva exposición, dedicada a la figura de Enrique Palomino Romero, que se podrá visitar hasta el próximo día 19 de febrero, de martes a sábado, en horario de 09.00 a 17.00 horas, y que está organizada por el Ayuntamiento de Agüimes y el Archivo de Fotografía Histórica de Canarias de la FEDAC, dependiente del Cabildo de Gran Canaria.
Sin duda, los primeros objetivos que comienzan a captar las escenas cotidianas de la vida del sureste grancanario son aquellos de las cámaras de los fotógrafos minuteros, dedicados a la fotografía ambulante por toda la geografía insular.
Con el tiempo, comienzan a aparecer los estudios fotográficos de la zona, locales generalmente modestos donde los vecinos-as acudían a retratarse, en muchas de las ocasiones para enviar la fotografía a sus familiares en exterior en prueba de cariño y recuerdo.
De esta forma surgen los primeros nombres, las primeras fotografías con sello de autor en la Comarca del Sureste, entre ellos el de Foto Palomino, quien tanto desde su estudio como en las calles va a convivir con la tradicional y espontánea fotografía de los minuteros, que continúan con su labor, simultaneando generalmente con otras profesiones.
Fruto de este inmenso trabajo son las imágenes que se conservan con celo en latas y cajas en todas las viviendas de la zona, gracias a las cuales reaparecen al azar los rostros que poblaron el sureste de la isla, la gente, las costumbres y los paisajes que dejan huella en la memoria.
Enrique Palomino Romero inició su actividad fotográfica en Agüimes en 1951, en un estudio que abre en su propio domicilio, y que comparte con su sobrino, algo muy común en los pequeños fotógrafos de la época.
Su primera cámara fue una Kodak, con la que destacó como fotógrafo ambulante en diversos municipios de Gran Canaria, contando, a diferencia de la mayoría de los trabajadores del sector en la Comarca del Sureste, con una formación profesional iniciada por una afición de juventud.
Su trayectoria en Agüimes, de la que solo se conserva una parte de su archivo fotográfico, se extiende hasta el año 1958, y tras regresar a Barcelona inicia a trabajar como técnico de imagen (trucaje( para los laboratorios cinematográficos Fotofilm SAE, donde se relaciona con muchos artistas y directores de cine hasta su jubilación a los 63 años.